Realizar reparaciones y arreglos en la fachada de tu edificio, en estos momentos, puede parecer una tarea sencilla. Sin embargo, no siempre puede realizarse solo con buena voluntad y materiales de calidad.
El consejo que habitualmente ofrecemos, es contratar a compañías de construcción, con personal especializado en rehabilitación y restauración de fachadas.
Esto nos evita sufrir consecuencias que podrían afectar nuestro bolsillo, y una de las posesiones más preciadas que se tienen, como es el techo bajo el que habitamos.
Personal no calificado
No poseen entrenamiento, más allá de haber hecho trabajos por su cuenta, y su conocimiento se basa en la experiencia y no en la formación.
No conocen los diferentes vicios ocultos que pueden presentarse en una edificación, y, por lo tanto, al presentarse la situación, no saben cómo enfrentarla.
Se atreven a plantear soluciones, que parecen obvias, pero que pueden presentar consecuencias, como colocar masilla a una grieta, sin solucionar el origen.
No utilizan las herramientas necesarias para acometer, y terminar el trabajo de manera efectiva, rápida, y eficaz.
No utilizan material de seguridad, como guantes, cascos, que les garantice protección efectiva, y los mantenga libres de lesiones.
Mantienen a su personal sin seguro contra accidentes, y muchas veces le tocará a usted, solucionar los acontecimientos.
Muchas veces terminan empeorando una falla, o el resultado afecta la estética del edificio.
Emplean materiales de calidad dudosa con el fin de disminuir los costos.
No ofrecen garantías ni respaldo, una vez concluida la obra.
El costo final suele ser un poco más bajo, que el ofertado por compañías de construcción.
Empresas calificadas
Cuando, por el contrario, se contrata a una empresa especializada, la historia se ve de otra manera.
No solo se emprende un trabajo de manera más formal, con un contrato por escrito, detallado en cuanto a materiales, duración y costos, sino que durante la prosecución de la obra, tanto al terminar esta, contarás con muchas ventajas.
El personal acude a trabajar con la vestimenta e implementos de protección adecuada. Es más, la compañía es garante de que su personal esté protegido, pues les corresponderá a ellos responder si sucede un imprevisto u accidente durante los trabajos.
La compañía proporciona las herramientas e implementos de trabajo que se necesitan, y que permiten que el acabado final sea de calidad.
El personal que mantienen estas compañías de construcción, han recibido entrenamiento, y vienen acumulando experiencia de manera gradual en cada una de las posiciones en que se desenvuelven.
Esto permite que puedan adelantarse a un imprevisto en cuanto a daños ocultos, o lesiones en la estructura que no se aprecian a simple vista.
El costo de la contratación de una compañía de construcción, puede aparecer como algo elevado, pero al evitar resultados que tengan hagan necesario el inicio de nuevas obras, se justifica cada parte de ese costo
Por último, y no menos importante, las compañías de construcción especializadas en rehabilitación y restauración de fachadas, ofrecen garantías de sus trabajos una vez concluidos.
Conclusión
Cómo puede apreciarse la diferencia entre contratar a personal inexperto o a compañías especializadas, es abrumadora, y siempre redundará en beneficio del contratante. Todo esto bajo la certeza de que se ha hecho un trabajo de calidad, con materiales de primera, y con mano de obra calificada.
