Poder rehabilitar una edificación es una actividad que mejora en muchos aspectos la ciudad, calidad de vida y economía de todas las personas.
Si tomamos en cuenta que todas las construcciones, dependiendo de la calidad de los materiales, técnicas utilizadas y mantenimiento a los que son sometidos, tienen un tiempo de vida útil, siempre tendremos un desgaste que corresponde al simple paso del tiempo.
Este desgaste o pérdida de las cualidades óptimas de funcionamiento, hace necesario que atraviesen un proceso de restauración o rehabilitación para mejorar su uso, la salud de quien los habita, la seguridad de quienes orbitan a su alrededor y los posibles costes de algún daño producto de su deterioro.
La rehabilitación de las edificaciones incluye todas esas actividades constructivas que se necesitan para mantener o mejorar la habitabilidad, seguridad y confort de las construcciones.
Seguridad de un inmueble
Los edificios que se deterioran, presentan zonas desconchadas que pueden ser causa de desprendimientos, ya sea hacia la parte externa del mismo o en su interior.
En todo caso se habla de una situación que atenta contra la seguridad de quienes allí hacen vida, pudiendo sufrir percances o accidentes de cierta gravedad.
De igual manera. El constante desprendimiento de las coberturas del edificio deja expuestas la superficie, dejándola susceptible de que penetre humedad que termine deteriorando la estabilidad.
Otra circunstancia que se debe considerar es la acción nociva de toda la pintura y revestimiento desprendido en las personas que se mantienen dentro de la edificación.
Esos desprendimientos pueden ser causa de afecciones respiratorias, y dermatológicas.
Por todas estas razones es prudente y necesario realizar labores de rehabilitación en edificaciones.
Sin perder de vista la necesidad de realizar labores de mantenimiento periódicas.
Uso de las instalaciones
Las edificaciones pueden quedar desactualizadas en su uso con el paso del tiempo.
Podría necesitar la implementación de algunas construcciones o instalación de accesorios que mejoren su uso.
El caso y ejemplo perfecto puede ser el hecho de que la construcción de un edificio no contemplaba la instalación de ascensores o rampas de accesibilidad, lo cual para este momento es completamente exigible y necesario.
Del mismo modo, la actualización del tendido eléctrico o redes de acueductos dentro de la edificación y en conexión con el exterior es necesaria, para el mejor funcionamiento, tomando en cuenta el deterioro que pueden y de hecho sufren los materiales con el simple paso de los años.
Eficiencia y ahorro energético
El conocimiento de nuevas técnicas constructivas que favorecen el ahorro y la eficiencia eléctrica de las edificaciones, pueden implementarse mejorando el confort dentro de los mismos.
Del mismo modo, se contribuye con la disminución en el uso de combustibles fósiles, que tanto daño ocasionan a todos en el planeta.
Mejorar el tema de consumo eléctrico, en funciones de calefacción y enfriamiento interior de los edificios, y la instalación de tecnología que permita autoproducción de energía, como son los sistemas de paneles solares, son de las labores de rehabilitación que el mundo entero agradece.
Uso y habitabilidad en áreas comunes
Este es otro segmento en el que se hace necesaria la realización de obras de rehabilitación y mejora para la adecuación y disfrute de las áreas de uso común.
Reorientar los espacios de esparcimiento, para conseguir mejores condiciones de iluminación o ventilación, constituye unas tareas necesarias.
Todos estos trabajos y realización de obras constructivas logran producir un efecto beneficioso en la valorización del inmueble, lo que termina beneficiando a todos por igual.
Por último, pero no menos importante, es preciso conocer que la legislación española prevé la obligación de realizar obras de conservación y mantenimiento de las edificaciones, llegando a realizar inspecciones periódicas que verifiquen su realización.
De no cumplirse estas labores, y comprobarse los daños, o necesidad de realizarlas, se pueden imponer sanciones y la realización de las obras de rehabilitación.
Por todas estas razones expuestas, además de las que naturalmente se desprenden del sentido común, son necesarias las obras de rehabilitación para el correcto uso y conservación de las edificaciones.