Restauración de edificios

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Ejecutamos obras de reforma, rehabilitación y mantenimientos en edificios, trabajamos, principalmente, en Barcelona.

Restaurar un edificio, requiere de un conjunto de acciones del mundo de la construcción, sobre una edificación que mantiene valor histórico para la región o país, para que recupere la apariencia que originalmente mostraba, y con la calidad requerida.

Supone una minuciosa atención al detalle, empleo de materiales que compaginan con los de la base, para que el resultado sea exitoso.

Requiere del estudio de las técnicas y materiales que se usaron al inicio de la vida de la edificación, en búsqueda de que la apariencia se mantenga por siempre con valor auténtico y adaptado. Mantener el lugar de patrimonio cultural es el objetivo primordial que se persigue.

El contratista encargado de la obra, se asegurará de entrevistarse con conocedores de la historia patrimonial de la localidad o región en donde se encuentre, a fin de disminuir la posibilidad de inexactitudes.

Los gobiernos se mantienen interesados en la preservación de su acervo cultural y patrimonial, por esto mantienen ciertas facilidades en materia de impuestos y financiamiento de obras de este tipo.

Sin embargo, el interés perseguido por una empresa de arquitectura y construcción, obedece al amor por su cultura y país, ya que la retribución económica, como la posibilidad de vender la obra terminada, no está dentro de sus posibilidades.

 

Interés patrimonial

Las edificaciones objeto de obras de restauración por lo general mantienen un mínimo de  50 años de construcción. Por lo general son una muestra de un estilo arquitectónico, o parte de la historia de la localidad.

Habitualmente la restauración de estas obras arquitectónicas, le confiere notoriedad, y mejoras económicas al sector en donde se encuentran.

 

La restauración

El proceso de restaurar una edificación, puede realizarse en cuatro formas o tiempos diferenciados, que obedecen al estado en que se encuentra dicha obra.

Puede requerir obras de conservación, de rehabilitación, de restauración propiamente dicha, o de reconstrucción. Cada uno de estos tipos de proyecto, necesita de tiempos e intensidad de trabajo distintos.

Cuando se restaura una obra arquitectónica, se hacen trabajos de limpieza y reparación de la misma. 

Es un proyecto que se inicia, después de que la construcción ha atravesado un uso largo y continúo, que le ha afectado en su estabilidad y función. Lo hace más confiable y seguro, al tiempo que le devuelve su aspecto inicial.

El objetivo perseguido es devolver la apariencia original, para que funcione para el fin escogido desde los inicios, o como muestra histórica de lo que se hacía en la antigüedad.

Se acondiciona y recupera cada uno de los rincones de la edificación, para lograr mantenerlo en el tiempo sin alteraciones importantes en su estructura.

La conservación es el más sencillo de todos los pasos nombrados. Se trata de mantener las condiciones de los materiales y apariencia del edificio. Se evita el deterioro, y se practican medidas que evitan el desgaste y daño de su apariencia y fortaleza como estructura.

No requiere de añadir materiales, solo se mantiene los que están incorporados desde el inicio.

La rehabilitación, por su parte, si incluye la realización de obras, que pueden alterar la estructura inicial de la edificación, añadiendo materiales actuales, pero compatibles con los presentados, todo a fin de mantenerlo apto para el uso que se le está dando.

En este caso se busca, primordialmente, conseguir que el edificio sea seguro y confiable. Para este fin, se llevan a cabo trabajos de ampliación del lugar, se remodelan aspectos de este, acondicionando los espacios e instalando nuevos elementos que le dan fortaleza y nuevo uso.

Estos cambios le otorgan mayor resistencia, explotando al máximo el potencial de la construcción, siempre de manera muy segura.

Se le otorgan nuevos aires adaptados a la actualidad arquitectónica, dando mayor confort con la instalación de mejoras necesarias.

La restauración prevé el empleo de materiales originales para mantener el aspecto inicial de la construcción.  Durante la realización de estas obras, pueden desaparecer materiales que de manera previa se emplearon para proteger la obra arquitectónica. Recordemos que se trata de devolverle su estado original.

En las obras de reconstrucción de edificaciones, se reparan aquellos daños estructurales, causados por la naturaleza o accidentes. En este caso, sí se pueden emplear materiales actuales, siempre buscando la mayor compatibilidad con los originales que aún están presentes.

Podemos concluir que restaurar, rehabilitar y conservar vienen siendo trabajos especializados diferentes, que buscan mejorar, adaptar y conservar al máximo las condiciones de ornamento, funcionalidad y seguridad de las obras de construcción.

Pueden llevar fases, procesos y materiales distintos, pero siempre serán realizados por expertos en la construcción para asegurar que el resultado final de la obra, sea el que se buscó desde el inicio del proyecto.

Contrata para realizar tus obras de construcción, a una compañía calificada, con profesionales especializados. Solo así podrás asegurar que el resultado obtenido sea de tu total y entera satisfacción.

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