La ventilación de un local comercial suele pasar desapercibida al planificar una reforma, pero es uno de los elementos más determinantes para la salud, comodidad y éxito de tu negocio. Un sistema de renovación de aire bien diseñado elimina olores, controla la humedad, reduce la propagación de contaminantes y crea un ambiente agradable que invita a los clientes a quedarse más tiempo. En este artículo descubrirás por qué la ventilación debe ser un pilar en tu proyecto de reforma, qué tipos de sistemas existen, cómo cumplir la normativa y cómo integrar la ventilación en el diseño de tu local.
Por qué la ventilación es un elemento estratégico
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Salud y confort de clientes y empleados
La calidad del aire interior es tan crucial como la temperatura o la iluminación. Cuando el aire no se renueva correctamente, se acumulan dióxido de carbono (CO₂), polvo fino y compuestos orgánicos volátiles (COV) procedentes de pinturas, disolventes, mobiliario o incluso del propio metabolismo humano. Niveles elevados de CO₂ (por encima de 1.000 ppm) inducen somnolencia, bajo rendimiento cognitivo y dolores de cabeza, impactando directamente en la concentración y la eficiencia de tus empleados. Para tus clientes, un aire viciado transmite incomodidad y desconfianza: ningún visitante quiere permanecer en un espacio que huele “denso” o a productos químicos. Una ventilación bien diseñada, con renovación constante, garantiza un ambiente fresco, reduce los patógenos en suspensión y mejora la percepción de limpieza y profesionalidad de tu local.
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Control de humedad y moho
Zonas con aguas grises, cocinas y baños son focos naturales de vapor y condensación. Sin una extracción adecuada, la humedad relativa se dispara, genera condensaciones en ventanas y rincones oscuros y alimenta la proliferación de moho y hongos. Estos microorganismos no solo estropean las superficies —dejando manchas negras y mal olor— sino que liberan esporas que afectan la salud respiratoria. Además, la humedad continuada degrada el mobiliario, hincha maderas y laminados, y provoca corrosión en estructuras metálicas. Un sistema de ventilación que extraiga de forma controlada el aire húmedo y aporte aire seco evita estos problemas, alarga la vida útil de tus instalaciones y preserva un entorno higiénico.
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Seguridad y cumplimiento normativo
Cada actividad comercial está sujeta a unos caudales mínimos de ventilación definidos en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y en normativas municipales. Bares o cocinas industriales requieren extracciones elevadas para eliminar humos y olores, mientras que oficinas o tiendas se conforman con renovaciones más moderadas. Superar estos mínimos es imprescindible: una inspección técnica puede detectarlo y conllevar sanciones económicas. Peor aún, la falta de ventilación adecuada puede derivar en quejas de vecinos por olores, alertas sanitarias si se detecta mala calidad del aire o incluso el cese de la actividad hasta regularizar la instalación. Planificar desde el diseño una ventilación acorde a la normativa te protege legalmente y cuida la reputación de tu negocio.
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Eficiencia energética
Mantener una ventilación continua no tiene por qué disparar tu factura de climatización. Los sistemas de doble flujo con recuperación de calor aprovechan la energía del aire extraído para precalentar o preenfriar el aire entrante, logrando recuperaciones de hasta el 80 %. En invierno, esto evita que el aire frío entre directamente, y en verano reduce la carga sobre el aire acondicionado. De este modo, tu local siempre goza de aire puro sin desperdiciar calorías. A medio y largo plazo, la inversión en un sistema de ventilación mecánica controlada de alta eficiencia se amortiza con ahorros de hasta el 30–40 % en costes de calefacción y refrigeración, convirtiéndose en una palanca clave para la sostenibilidad de tu negocio.
Tipos de sistemas de ventilación y sus aplicaciones
Ventilación natural
Consiste en aprovechar elementos arquitectónicos (ventanas, rejillas, lucernarios) para renovar el aire sin consumos eléctricos. Ideal en climas suaves y para locales con baja carga contaminante (tiendas pequeñas, cafeterías con pocas cocinas). Su bajo coste de instalación y mantenimiento es su gran ventaja, pero su dependencia del viento, la temperatura exterior y la dirección del flujo limita su eficacia. En reformas de locales, la ventilación natural puede complementarse con rejillas con control manual o motorizado para mejorar su rendimiento.
Ventilación mecánica controlada (VMC)
Los dos subtipos más comunes abordan diferentes necesidades:
- Simple flujo: un ventilador extrae el aire viciado y lo expulsa al exterior, mientras el aire fresco entra por rejillas pasivas. Sirve para baños y cocinas en pequeños locales, pero no recupera energía.
- Doble flujo con recuperación de calor: un ventilador impulsa aire nuevo y otro extrae el aire usado; ambos pasas por un intercambiador térmico que transfiere calor de uno a otro. Es la opción premium para locales de gran afluencia (oficinas, gimnasios, restaurantes) y en climas extremos, porque garantiza caudales constantes y ahorros energéticos.
Ventilación híbrida
Combina lo mejor de ambos mundos: aprovecha la ventilación natural cuando las condiciones externas lo permiten y activa la mecánica cuando los sensores de CO₂ o humedad registran niveles críticos. Este enfoque adaptable optimiza el consumo y asegura calidad del aire en todo momento. Se recomienda en reformas donde se busque flexibilidad y eficiencia, especialmente en negocios con horarios variados o alta rotación de público.
Diseño y dimensionado del sistema
- Cálculo de caudales
Según uso, se establecen renovaciones por hora (volumes/h). Un restaurante suele requerir 10–15 renovaciones/h, un gimnasio 20–30 y una tienda 6–8. - Ubicación de entradas y salidas
Coloca rejillas de impulsión cerca de zonas de ventas o trabajo y extractores en cocinas, baños y almacenes. Evita corrientes directas sobre personas; usa difusores y conductos bien aislados. - Tratamiento acústico
Integra silenciadores y conductos forrados con material absorbente para evitar ruidos molestos. Los sistemas VMC suelen incluir atenuadores de ruido para que el ventilador no sea una fuente de distracción. - Integración estética
Diseña rejillas y difusores acordes al estilo del local: rejillas de lamas ocultas tras paneles decorativos, canalizaciones empotradas o falsos techos con ranuras sutiles. Un buen proyecto de interiorismo considera la ventilación como un elemento más del diseño.
Mantenimiento y control del sistema
- Filtros: reemplázalos periódicamente (cada 3–6 meses) para evitar obstrucciones y la recirculación de polvo.
- Limpieza de conductos: cada 2–3 años o según el nivel de suciedad detectado.
- Calibración de sensores: CO₂, humedad y temperatura deben revisarse anualmente para garantizar un funcionamiento óptimo.
Un programa de mantenimiento preventivo asegura la longevidad del sistema y previene averías que obliguen a costosos paros del negocio.
Ventilación como valor añadido en tu reforma
Incorporar un sistema de ventilación de alta eficiencia no solo cumple requisitos técnicos, sino que se convierte en un argumento de venta para tu local. Clientes y empleados valoran espacios saludables, especialmente tras la pandemia. Mostrar certificaciones de calidad del aire (AQS) o etiquetas energéticas fortalece tu imagen y tu compromiso con el bienestar.
Transforma tu local en un espacio saludable
La ventilación es la columna vertebral del confort y la seguridad en cualquier reforma de local. Si quieres asegurar una renovación integral que combine diseño, eficiencia energética y calidad del aire, Dos-G te acompaña en cada fase: desde el estudio de necesidades hasta la instalación y el mantenimiento del sistema. Confía en sus expertos para crear un espacio que respire salud y productividad.