Las edificaciones residenciales, independientemente de los años que tengan de ser construidas siempre requieren los servicios de mantenimiento. Al igual que los individuos se realizan chequeos médicos cada cierto tiempo, las viviendas también deben ser inspeccionadas y revisadas con cierta periodicidad.
Las fachadas de los edificios están sometidas constantemente a agresiones exteriores, lo que en oportunidades, ocasiona deterioro. Por ello es conveniente anticiparse, realizando revisiones y mantenimientos preventivos para evitar daños graves, que devalúan el valor del inmueble.
En la actualidad, existen numerosas empresas que se dedican a la limpieza, restauración, reforma y mantenimiento de fachadas de viviendas de propiedad horizontal y vertical. Algunas enfocadas principalmente a edificaciones construidas hace más de tres décadas.
Prevención y seguridad a tiempo
La vida útil de las edificaciones, con frecuencia, se ven afectadas por la exposición a acciones degradantes, la violación de las normas para su uso, como es el caso del exceso de cantidad de miembros por unidad habitacional que daña el peso de la estructura, elementos biológicos de origen animal (insectos) o vegetal (hongos).
Es inevitable que las edificaciones no se deterioren, tanto por los factores ambientales y de uso, como por el envejecimiento. La calidad de la revisión, supervisión técnica y el mantenimiento cada cierto tiempo de la mano de especialistas, avalan su estabilidad y seguridad.
Cada uno de los elementos que entorpecen la durabilidad física, la resistencia mecánica de los componentes y el normal funcionamiento de los equipos e instalaciones de edificios deben ser controlados por especialistas, para garantizar su habitabilidad y seguridad, minimizando su vulnerabilidad.
Una edificación se caracteriza por ser estable cuando su estructura es resistente y no presenta deterioros ni daños visibles o en su interior, por lo que un control técnico periódico beneficia y evita graves consecuencias. Es aquí donde las empresas de mantenimiento cumplen un rol esencial.
La calidad de las edificaciones se conserva siempre y cuando los mantenimientos sean confiables, acordes y sujetos a las ordenanzas o reglamentos implementadas por los organismos competentes y además, satisfagan las expectativas de los propietarios o residentes.
Los responsables de las edificaciones deben considerar en todo momento un plan de mantenimiento, avalado por empresas o especialistas en el área, que contemple la situación actual del espacio físico, las instalaciones, la fachada, los daños aunque sean menores y todos los factores que afecten su estabilidad y seguridad.
El mantenimiento y buen estado de tu vivienda te garantizan calidad de vida
En las diferentes sociedades, a nivel mundial, la inversión realizada al adquirir una propiedad para vivir es un factor que brinda tranquilidad a los individuos. Existen datos aportados por investigadores que sostienen que poseer una vivienda para convivir y compartir en familia genera bienestar y estabilidad emocional.
En España, en las diferentes ciudades y comunidades, hay numerosos inmuebles, construidos desde hace varias décadas, algunos gozan de buen mantenimiento lo que garantiza seguridad, otros por el contrario han sido descuidados y requieren de múltiples arreglos para que los ocupantes vivan en mejores condiciones.
La implementación de normativas de parte de las autoridades ha sido la clave para que los propietarios de edificaciones antiguas tomen conciencia de lo que significa el valor de una propiedad. Las reformas y mantenimiento que requieren sus viviendas son elementos primordiales que inciden en la calidad de su vida.
En la actualidad, las empresas que prestan servicios de mantenimiento confían en los adelantos tecnológicos y en productos biodegradables para la restauración y limpieza de las edificaciones. La innovación en su uso en pro del ambiente garantiza la seguridad y confianza que los clientes se merecen como parte de su bienestar.